Fusión húmeda de labios ardientes.
Eclipse de miradas horizontes.
Corazones ligeros cual sinsontes
Aleteando ya sin precedentes.
Irracional cordura, incompetente
A la vid de una piel acariciada.
La belleza pasional incrustada
Al rostro del amor omnipotente.
No pensar es la lógica y congruente
Respuesta a la inmutable duda,
Que ante vil veracidad se denuda
El cuerpo que lastima en el presente.
Desdeñando a la cursi, la aparente
Sima del presagio circunstancial,
Anclado se mantiene lo esencial,
Aferrado a la roca de la mente.
Y dice: "Mi amor, aunque estaré ausente
Lo nuestro no es sustento terrenal
Es savia de un organo providente.
hermoso poema
ResponderEliminarHola ! Gracias por tu comentario. Saludos.
Eliminar