Por caminar en la calle
De la cual vociferaban
Pertenecia a Fidel,
Mi madre fue golpeada,
Su rostro desfigurado, sus brazos retorcidos.
Su cuerpo magullado, su piel rasgunada.
Ella entera fue apolismada, pero su voz
Se quedo asfaltando
Los despoblados senderos
De algunas conciencias.
!Que tristeza verla tan maltratada!
Sin embargo, entre el purpura de sus melladuras
Y el verdor negruzco de sus moretones
Hay un arcoiris de conformidad
Por el deber cumplido.
Mi hermana fue agredida
Por tener en sus manos levantadas
Unos gladiolos
Y sostenerlos tan fuerte, tan fuerte
Como el ultimo sorbo de oxigeno.
Le desajustaron algunos huesos,
Pero su coraje se ajusto perfectamente
Al ligamento de sus coyunturas.
Mi hija fue arrastrada
Por reclamar lo que es de ella,
Lo que jamas se mendiga.
Mas que su materia
Le han herido su razonamiento logico.
!?Sera casi imposible encontrar oidos receptores
A la armonia necesaria de los derechos humanos
En una sociedad manipulada por desechos humanos?!
Hoy de nuevo veo a mi madre, mi hermana,
Mi hija, mi sobrina, mi nieta, mi prima.
Dan un paso, otro paso, otro
Con la mirada aferrada a sus reclamos,
Avanzan.
Indetenibles,
Avanzan.
Levantan los brazos
Empunando
Los gladiolos afilados con la lima recia
De las frases que salen de sus bocas.
!Ya viene la turba para embestirlas!
Las empujan, les gritan,
Las levantan en peso,
!Que horror!
Les retuercen los brazos,
Las halan por los pelos,
!Que lastima!
Les pegan con el puno,
Las arrastran por el suelo,
!Que rabia!
Les rompen los huesos,
Les muerden sus almas.
!Que miedo!
!Que miedo!
Me tiemblan las manos, el cuerpo
Y a ellas nada,
A pesar de que ahora mismo
Una a una las encierran.
El suelo quedo manchado con el tinte de esas damas.
La turba sin querer se ha ido coloreando.
Las aceras, las paredes, los bancos,
El aire, el cielo, las aguas,
Los bosques, el mundo.
!Todo el mundo
Ha sido cubierto de blanco!